“Las emociones negativas mantenidas (que no sean causadas por el dolor o el malestar físico), invariablemente son el resultado de la estupidez, la ignorancia o la perturbación y se pueden eliminar en su mayor parte –o deberían serlo– con la aplicación de un conocimiento y pensamientos correctos.”.
Ellis, Albert, Razón y emoción en psicoterapia, 5ª ed., [Trad. de Ana Ibáñez], Desclée de Brouwer, Bilbao, 1998, p. 52